Creo que no basta mi garganta para gritar todo aquello que
el corazón guarda, no basta el sonido para lograr expresar un mínima parte de
lo que estoy sintiendo, estas cerca y la vez tan lejos, una y otra vez te
siento tocando mi corazón, pero cuando abro la puerta, me di cuenta que era al
vecino al que estabas buscando, pero cuando veo por la ventana, pero cuando veo
a través de la rejilla, eres tú, ahí en frente esperando a que te abra, sonrió
feliz porque sé que no me lo imaginaba, abro la puerta y de nuevo no estas. No
sé qué es lo que pasa por tu cabeza, vienes con regalos y sonrisas, disculpa…
¿acaso solo vienes a dejar mensajes de amistad?, ¿por qué vienes y te vas? ¿Por
qué creo que esos regalos son estúpidos y que tu estas equivocado al tocar con los
vecinos? Por favor dime que piensas cuando me ves con esa profundidad, cuando
me dices que me quede cerca, cuando te importa porque no hay brillo en mi
mirada, cuando grito y me tratas de tranquilizar, cuando sonrió y te entran
dudas. Me desespero cuando eres incapaz de darte cuenta que en ti pienso, que
por tu culpa sonrió, que mis ánimos se deben a ti, que deseo tu presencia, que
deseo compartir la mirada, que deseo abrazarte una y otra vez, que trata de
expresar con los ojos lo que estoy callando, que lo siento, que no puedo
moverme más hacia adelante porque cada
vez que abro la puerta no estas, porque cuando tocas la puerta no sé qué
buscas, porque cuando estas en la oscuridad no estás conmigo y si con alguien más,
porque en el día me confundes y en la noche te olvidas de mí, pero sé que has
visto las estrellas pensando en mí, pero sé que has visto en mi sonrisa, pero
sé que disfrutas de estar a mi lado, pero sé que quieres algo más de lo que nos
damos. Pero vienes te quedas y te vas, sonríes y volteas a ver otro lado,
escondes y expresas más de lo que puedo entender, me olvidas, me ves y me recuerdas, no existo
más que cuando estoy a tu lado, y lejos de ti no me extrañas, hablas después de
tiempo y entiendo que me quieres, que me extrañas, pero yo ya no entiendo nada,
esto no tiene ni pies ni cabeza, harta estoy de abrir la puerta y a veces
encontrarte y a veces no, exhausta estoy de saber que tu sonrisa no es exclusiva
de mi corazón, harta estoy de pretender que estoy lejos de la puerta cuando me
la paso espiando siempre… Harta de tu mirada, de tu sonrisa, de tus manos, de
tus abrazos, de tus caricias, harta de querer más de lo que me das.
No hay comentarios:
Publicar un comentario